18 Dijo él: «Dejadle en paz. Que nadie toque sus huesos.» Y salvaron
sus huesos, junto con los huesos del profeta que vino de Samaría.
19 También hizo desaparecer Josías todos los templos de los altos de
las ciudades de Samaría que hicieron los reyes de Israel, irritando a Yahveh,
e hizo con ellos enteramente como había hecho en Betel.
20 Inmoló sobre los altares a todos los sacerdotes de los altos que se
encontraban allí y quemó sobre ellos huesos humanos. Y se volvió a
Jerusalén.
21 El rey dio esta orden a todo el pueblo: «Celebrad la Pascua en
honor de Yahveh, vuestro Dios, según está escrito en este libro de
la
alianza.»
22 No se había celebrado una Pascua como está desde los días de los
Jueces que habían juzgado a Israel, ni en los días de los reyes de Israel y de
los reyes de Judá.
23 Tan sólo en el año dieciocho del rey Josías se celebró una Pascua
así en honor de Yahveh en Jerusalén.